.Vos elegís.

Todo suceso que pasa en nuestra vida es elegido por nosotros, desde planos concientes o inconscientes, pero siempre elegimos.

Cuando reiteramos las elecciones negativas y no podemos deshacernos de esa incapacidad de buena elección, ese patrón está escondido, está en un lugar remoto, pero circundante a la experiencia humana que es el inconsciente.

A veces las personas dicen “yo no puedo cambiar” y tienen razón si no ahondan en ese lugar recóndito donde yacen los dolores más profundos, los miedos más terribles, las culpas más pesadas, ese lugar solo accesible al terapeuta, al buen terapeuta.

Sí puedo cambiar, si puedo dejar hábitos de destrucción, si puedo ser otra/o, si puedo.

Pero debo comprometerme, y comprometerme significa sostener y hacer en consecuencia. En la sanación de aquellas experiencias dolorosas que viven intrincadas entre nuestras fibras musculares, metidas entre el fluido sanguíneo, como chispazos de energía de nuestro sistema nervioso, solapada, escondidas, al acecho, arraigadas, cómodas, casi amigas por ser lo que más y mejor hacemos, boicotear nuestra vida.

Por esto y mucho más, en el espacio de terapia, el toco y me voy, no sirve, resultados fast-food son falacias, el develar lo escondido de aquellos cuyas vidas han sido traumáticas, lleva su tiempo, pero vale la pena, siempre vale al pena…

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Viví la aventura de develar lo escondido, de hallarlo, incorporarlo concientemente, saber que es tuyo, pero ya no te domina, perdonar, perdonarte, y empezar a vivir la aventura de la vida conciente.

Hasta ahora viviste lo que el inconsciente te permitió, a partir de ahora elegís, bien o mal, pero elegís, sos libre dentro de vos mismo

Que te diviertas…con tu propia aventura de experimentar la vida.

Claudia María 14/10/09