domingo, 9 de mayo de 2010

¿Por qué a mi?


¿Por qué a mi?

Todos en algún momento de nuestra existencia, nos hicimos esa pregunta, todos sentimos en algún momento que nos tocaba la peor pesadilla, y es verdad cada uno vive “su pesadilla” única , propia, irrepetible e intransferible.

Pero si nos quedamos instalados en el drama damos vueltas y vueltas, y pasa la vida sumidos en el lamento por lo faltante, perdido, nunca hallado, olvidado y nada cambia, y quedamos instalados en el drama.

¿Por qué a mi?

Jesús se lo debe haber preguntado en la cruz, es más pregunto a su padre ¿Por qué me abandonaste?

Buda en sus calamitosas diarreas antes de morir tambien se habrá preguntado ¿ Por qué a mi?

Krishnamurti con sus cuadros de cáncer, también preguntó ¿Por qué a mi?

Mi alumna que tiene fibrosis quística también se pregunta ¿Por qué a mi?

Beethoven con su sordera también se preguntó ¿Por qué a mi?

Van Gogh con su desordenes mentales recurrentes se preguntó ¿Por qué a mi?

Yo, con el cáncer que tuve mas todo lo anterior me pregunté ¿Por qué a mi?

La lista, interminable como la cantidad de seres que habitaron y habitan la Tierra.

A este planeta vinimos a vivir la experiencia emocional, es la elección que el alma hizo, podemos quedarnos en el reclamo y la queja o podemos salirnos del drama, lo cual no quiere decir que este no exista, sino trascenderlo.

Puede servirte ver el juego desde arriba, como si fuera una obra de teatro y ver los integrantes y preguntarte que aprendizaje sabio hacés con esa experiencia.

Podés ver a que te lleva esa experiencia, que te permite ahora hacer o dejar de hacer, desmenuzarla al máximo para descubrir por qué tu alma la eligió.

Ver, es la clave,

correrte de la negación de lo que no querés ver, el secreto,

el silencio interno el medio.


Luego de años supe que siempre tuve las respuestas.


Claudia María 10 Mayo 2010

Prof. Lic. Bergonzi Claudia Maria

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