jueves, 29 de septiembre de 2011

.ES HORA DE SOLTAR EL DOLOR DE SU CORAZÓN.



Canalizado por Gillian MacBeth-Louthan

Somos mensajeros de la Estrella y el Sistema de Luz conocido como Arcturus. Sostenemos las llaves de los Portales del Tiempo a los que se les está dando la orden de abrirse. Estos Portales del Tiempo anuncian situaciones de sanación para toda la humanidad. Los Portales del Tiempo ocupan un espacio que contiene todo lo que sirve. A medida que se abran los Portales del Tiempo, lo que alguna vez les sirvió será liberado en una corriente que se aleja de ustedes. Todo aquello a lo que se han aferrado emocional, física y mentalmente, recibe ahora un decreto para ser liberado.

Es hora de sanar. Es hora de soltar el dolor de su corazón. Es hora de dejarlo ir. Es hora de perdonar. Es hora de amar más profundamente, más plenamente, más bellamente de lo que hayan pensado jamás. Los Portales del Tiempo han mantenido sus pensamientos en una estructura formateada que le ha servido a la humanidad hasta ahora. Mientras confiaban en la seguridad de las cuatro paredes y el techo, no tenían miedo. A medida que los constructos de paredes y techos invisibles se desprenden de ustedes emocional y mentalmente, quedan libres entonces para volar a casa hacia su pensamiento de la fuente original.

Las paredes en su corazón, las paredes en su vida, en su automóvil, en su casa, en su pensamiento, todas les han servido. Les han servido con amor y los limitaron. Los han mantenido mirando los mismos escenarios una y otra vez, sin renovar nunca lo que creyeron en el pasado, trayéndolo siempre al futuro, al ahora, masticando y rumiando lo que crearon como verdad.

Imaginen un mundo en el que no fuesen dueños de nada y sin embargo lo tuviesen todo. Nunca habría envidia ni celos de los demás, porque cada persona tendría la misma capacidad inherente de crear. Un lugar donde cada pensamiento pasajero crease lo que necesitan. Imaginen un mundo donde nada estuviese oculto y todo se viese. Imaginen un mundo donde ustedes como comunidad decidiesen los patrones climáticos, donde como comunidad decidiesen cómo crecerán los cultivos, los árboles, las flores, cómo crecerán y qué elementos serán intrínsecos en ellos. Ésta es una escena tomada de Arcturus. Éste puede ser su futuro si eligen sabiamente.

Imaginen un mundo donde con un solo pensamiento pudiesen
crear cualquier acción sanadora que necesitasen o quisiesen. Imaginen un mundo donde pudiesen ver su pasado/presente/futuro todo a la vez. Ver una y otra vez todas sus expresiones, todas las culminaciones, todos los errores, todos los amores y enojos en las situaciones, permitiéndoles elegir con pleno conocimiento y pleno corazón la próxima expresión de su yo. Imaginen un mundo donde estuvieran sedientos de conocimiento como si fuera agua. Donde hubieran explorado y experimentado todo el conocimiento de su reino y buscan el conocimiento de otras dimensiones y esferas de existencia, buscando conocimiento, buscando sabiduría, buscando la verdad de lugar en lugar, estrella tras estrella, experiencia tras experiencia, creando amor en lugares que nunca lo conocieron, corazón en lugares que no tenían corazón, alegría en lugares que nunca la sintieron.

Sus cuerpos fueron formados de las estrellas y anhelan volver a casa. Permítannos elevarlos de vuelta a las estrellas mientras sus pies aún están en la tierra. Permítannos expandir su humanidad más allá de sus límites, de sus complicaciones, enojos y tristeza. Permítannos recobrar para ustedes el conocimiento que buscan, las respuestas que necesitan. Véannos como una especie de motor de búsqueda cósmico.

Nos esforzamos por contestar lo que necesita respuesta. No somos dioses. No somos más grandiosos que ustedes, sino su potencial, así como ustedes son nuestro pasado. Esfuércense por ser más, y en ese esfuerzo, expandirán su conciencia y su capacidad de percibir mundos más allá de los mundos. Véannos como a los que vienen a ayudarlos a sanar. Nos duele verlos tropezar. Tienen tantos bloqueos en su conciencia que tropiezan día tras día como si tropezasen con minas terrestres. Ellas explotan como furia en su corazón.

Han olvidado la declaración: “Nosotros el Pueblo”. Ustedes, el pueblo de la Tierra, deben defender su futuro. Dejen de doblegarse a las necesidades y deseos de un mundo que los manipula a todo nivel. Reciban su poder. En este momento, hoy mismo, pidan ser empoderados con su divinidad, con el pináculo de su humanidad y con la estrella que vive en su corazón. No dejen que otros decidan su futuro.

La razón por la cual tantos sistemas estelares vendrán finalmente a la Tierra en todo nivel es que hay muchas grietas en su mundo. No las grietas o líneas de falla de la Tierra sino grietas en sus relaciones, sus matrimonios y su integridad.

Su Tierra declara su vulnerabilidad. La Tierra está abierta para que todos entren en ella; al no haber sanado en su interior, se está desmoronando como ustedes. Ustedes no están unidos en sus corazones, no están unidos en amor y no están unidos en paz como mundo ni como familia. Hay separación, como estado, como país, como continente y como mundo; hay grandes y profundas hendiduras de separación. Eso es lo que atrae a otros a la Tierra para dominarla, para utilizarla.

Esto no sucedería si se mantuvieran unidos como planeta. Un microcosmos de ese macrocosmos que se necesitaba iniciar manteniéndose unidos fue oficiado en su situación de emergencia del 11 de septiembre (9/11). El mundo se unió por un momento, por un día, por 24 horas. Todo se detuvo y la vida se volvió santa, se volvió sagrada. No queremos ver que lleguen a ese punto como planeta, no sólo dos edificios, sino como planeta. Únanse constantemente en su esfuerzo mutuo. Den ese paso extra hacia un vecino, hacia un amigo que los traicionó, hacia un familiar que no está de acuerdo con ustedes. Den ese paso extra, empezando simplemente con las manos de aquellos que leen esto; comiencen a envolverse alrededor de la Tierra.

Somos los Arcturianos. Nuestro mensaje los hace fruncir el ceño, pero trae la verdad a su corazón. Éste es el lugar donde debe habitar. Pídannos que los ayudemos a sanar. Son bienaventurados. ¡Vivan eso!

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