Entonces supe que mi inteligencia no era mi don, sino estaba unida a mi emocional. Entonces supe que mi emocional no era mi don, sino estaba unido a mi alma. Entonces aprendí que mi alma debe supeditarse a mi Espíritu. Y comprendí que mi inteligencia era mi enemigo si mi Espíritu no la guiaba.
Mente poderosa llena de juicios, controles, mente hacedora de miedos inexistentes, mente que me lleva a la tristeza, depresión, adicciones, anorexia, cortarme, manías, toc….Querés mas? Debemos rendir la mente a un Poder mayor a ella para no condenarnos a la soberbia, debemos rendirnos para siempre y habitar la humildad. Al bajar la cabeza, al arrodillarme con mi cuerpo le digo a mi mente Cállate algo nos supera y ríndete!
Si no llegamos a dar este paso como humanos solo nos queda ser moribundos con mentes insaciables y almas sin expresión.
Ríndete estas a tiempo
Claudia Bergonzi
Octubre 2015
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