Para amar el placer se requiere de muy poco. Para amar verdaderamente se requiere de un héroe que pueda manejar su propio miedo.
Con miedo o no, es un acto del más profundo amor permitirse a uno mismo ser movido por el alma salvaje de otro.
En un mundo donde los humanos tienen tanto miedo a "perder", hay demasiados muros que nos protegen de disolvernos en lo numinoso de otra alma humana.
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