En las últimas semanas nuestras vidas entraron en bruscos cambios, todo se alteró. En el ambiente humano se percibía fastidio, enojo, desorientación, rupturas irreversibles. Se agudizaron los dolores físicos, mareos, vértigo, alergias, cansancio y sueño excesivo. En lo social y político, se mostraron abiertamente las luchas de poder.
El planeta Tierra pasó por un cambio de frecuencia muy marcado y nosotros los humanos sentimos ese bamboleo del cambio. La tierra está emanando una nueva frecuencia que viene desde el núcleo central. Estamos viviendo un periodo de traslación y transición de la Tierra hacia otra frecuencia más alta, estamos dentro de un pasaje, aún no llegamos a destino.
Hubo cambios bruscos y fuertes, como si hubiéramos saltado hacia otro carril y experimentamos una banda de información diferente. Nos cambiaron de canal sin previo aviso. Un cambio de visión, como desplazarnos a otro tablero de juego, con otras reglas. Sin que la conciencia ordinaria se diera cuenta, se alteró el patrón lineal del tiempo y pasamos a experimentar otro patrón holográfico de la realidad.
No es sencillo explicar el proceso que estamos
viviendo, la mayoría de las personas aún quieren comprender lo que acontece con la mentalidad de tercera dimensión y el proceso de cambio sucedió en lo que llamamos la multidimensionalidad: una concepción holográfica, un mundo dentro de otro mundo, varias realidades sucediendo en un momento de eterno presente. Observen los movimientos sociales. Estén atentos al surgimiento de los nuevos movimientos.
Aún hay confusión y lucha de poder, pero el nuevo poder que surge se apoya en bases diferentes:
acciones pacíficas, intenciones comunitarias y solidarias, el poder del espíritu en acción. Es un cambio de visión dentro de los movimientos sociales. Los cambios políticos que hemos observado en las últimas semanas no serán definitivos, aún hay confusión entre los que tienen que liderar la nueva etapa, sin embargo están reflejando los cambios de las Tierra. Intentemos comprender el proceso desde lo que cada uno experimentó en las últimas semanas.
En este movimiento terrestre hemos percibido que nuestros cuerpos energéticos también se desplazaron, nos sentimos fuera de nuestro cuerpo, dispersos y desorientados, desmotivados, sin ganas de enfrentar el desafío diario. Mirando hacia el horizonte, sin ver nada en particular, la cabeza zumbaba, silbidos que asustaban, contracturas en cuello y hombros. Participar de reuniones y preguntarse ¿qué hago aquí? Rupturas de la realidad sin entender los motivos. La mente no funciona como antes, incapacidad de memorizar o elaborar racionalmente. Sensaciones indefinidas, impulsos de cambios sin saber hacia dónde, ampliar horizontes, una voz silenciosa que decía: hay otra realidad, otras posibilidades…
¿Qué podemos hacer para atravesar estos tiempos de transición?
Antes se subía gradualmente de intensidad, ahora hubo un salto y un giro muy fuerte y nos ubicaron en otro tablero de juego. La nueva realidad es aún desconocida, debemos tener paciencia y experimentarnos a nosotros mismos en lo nuevo que sentimos.
Lo que no soltamos voluntariamente, se suelta solo, sin vuelta atrás. No se puede disimular más, nos miramos en nuestro propio espejo, el adentro se refleja en el afuera.
Es tiempo de retirarse hacia adentro, hacer lo menos posible en el mundo exterior, sólo hacer lo necesario. Kryon dice: “No se preocupen por el mundo exterior porque es su mundo interior el que determina lo que ocurrirá luego. Sólo permitan que el mundo interior se transforme y transmute, y se sorprenderán de lo que pueda ocurrir y eventualmente su abundancia fluirá” Recomendamos conectar la Rejilla Cristalina del planeta para tomar fuerzas reales y recibir la nueva resonancia disponible para cada uno de nosotros. Hacer ejercicios de anclaje a la Tierra, llevar nuestras raíces hasta el núcleo de la Tierra, así recibiremos las energías necesarias que nos orientarán en nuestros próximos pasos sobre la superficie terrestre. Poco a poco descubriremos en nosotros el mensaje de la Nueva Tierra. Hay que aprender a sintonizar nuestras percepciones, como los animales antes de un tsunami, la Tierra nos avisa con tiempo, pero nosotros somos humanos desconectados de las frecuencia terrestres y galácticas, aunque muchos dicen estar bien conectados en todas las redes sociales con sus móviles, tablet y GPS, pero no pudieron advertir los mensajes de Gaia.
Hay que enlazar la nueva frecuencia con las situaciones humanas que aún vivimos, aprender a ensamblar las dos realidades. En un aprendizaje muy sutil, no hay reglas precisas, el manual de instrucciones viene con códigos de luz, pulsaciones y resonancias que se van integrando en nuestros centros de energía y al cabo de un tiempo sentimos el cambio. Está todo sincronizado dentro del Gran Plan Terrestre. Estén flexibles y abiertos a lo nuevo, las respuestas llegarán solas. Luego del caos, viene el orden. Orden interno para reflejarlo afuera. Asimilar esta nueva resonancia es lo que nos permitirá encontrar nuestro lugar tanto en la realidad terrestre como la conocemos actualmente como en la Tierra de 5° dimensión. Este proceso es lo que llamamos alinearse con las nuevas energías del holograma de la Tierra. En todo lugar o situación donde las polaridades sean muy evidentes, hay confrontaciones irreconciliables. Están perdiendo energías inútilmente, se agotarán en sí mismos. Porque el nuevo sistema tiende a la integración y la unidad. Para poder vivenciar esta unidad e integración hay que acallar el ego y abrir el corazón. Lo que nos permite seguir adelante sin quebrarnos es el grado de integración y flexibilidad ante cada situación que se presente. En la medida en que ordenas tu entramado, estás permitiendo que otros en tu entorno se ordenen. Es momento de entender el trabajo individual y colectivo que cada uno de nosotros realiza.
Cada paso que avanzamos en la reconciliación con la Tierra, sincronizamos la nueva frecuencia, así ayudamos a que muchos otros también se sincronicen.
Cada uno de nosotros está dejando un rastro energético dentro del Entramado Colectivo. Es la tarea que los seres más adelantados están haciendo. Nos ordenamos y permitimos que otros más se ordenen y avancen. Somos pioneros y estamos ordenando energías. Cuando manejamos la energía multidimensional, el espíritu actúa desde la atención enfocada y estamos manifestando las habilidades de 5° dimensión y comprendemos más. Con la atención enfocada, en poco tiempo hacemos mayor cantidad de cosas y el tiempo rinde!! Es otro de los aspectos de la multidimensionalidad.
Cuando las cosas no fluyen con facilidad, estamos en los viejos patrones. Al experimentar un estado de conciencia integrada podemos cambiar más fácilmente hacia formas nuevas.
Otro aspecto a considerar para ingresar en lo nuevo es dejar de exigirnos para cumplir con el mundo externo. Sin controlar ni presionar tanto. Hay formas de vida antiguas que no funcionan más. Para vivenciar lo nuevo: ordenar la vida actual, comenzar a desligarnos de lo que creíamos correcto y entrar en un tiempo interno. Lo que hemos vivido esta semana cada tanto se repite y se va a seguir repetir. Se presenta la necesidad de experimentar nuevas formas de vida. Con el planeta Tierra no se juega más, ya no es cuestión de quien se queda con el poder.
La Tierra está hablando, cambió su frecuencia y nosotros debemos acompañar la nueva resonancia.
Muchas de las cosas que estabas haciendo, quizá ya no las necesitas mas. Cada vez estamos más conectados con la tarea real que vinimos a hacer.
Estamos en un camino hacia nuestra propia integración y completud. Y aunque hoy no entiendan totalmente este concepto, sólo guárdenlo en su memoria, pronto lo entenderán.
Hoy la tarea es sanar nuestras partes separadas dentro de nosotros para reflejar afuera la totalidad. Si todo se mueve muy rápido en 3° dimensión, hay que serenar el movimiento interno en un estado de conciencia elevada, donde las cosas no se mueven caóticamente sino que se sincronizan dentro de una realidad mayor.
Serenar e irradiar desde nuestro centro, dejar que todo suceda, retirarse del flujo del movimiento y trabajar el anclaje en las nuevas energías del tiempo. Meditar, visualizar nuestro canal de anclaje a la tierra. Honrar a nuestra Madre Tierra
La Madre Tierra llama a sus hijos a ocupar su lugar.
Ha llegado el momento, los Hijos de la Tierra se levantan por todos lados. Los espíritus en conciencia asumen sus lugares, públicos o privados, silenciosos o con pancartas.
La unión del cielo y la tierra. Somos apoyados y cuidados desde la galaxia.
Estamos en camino hacia otro mundo,
sólo necesitas poner a punto tu vehículo de luz para el viaje
Ana María Frallicciardi
Capilla del Monte. Córdoba. Argentina
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